Caminar e interrogar lo cotidiano -Pichon Riviere y Le Breton

Acerca de la educación

La educación se encuentra en nuestros días ante múltiples desafíos. ¿Cómo construir subjetividad alfabetizando? ¿Cómo propiciar la curiosidad, la investigación, es decir, cómo fertilizar el paso de los niños por los ámbitos escolares con la vitalidad del deseo? ¿Qué interrogantes se imponen acerca de los dispositivos escolares? ¿Qué herramientas se brindan a los maestros para que la tarea que desempeñan en el aula se aleje de lo repetitivo y convoque la novedad, favoreciendo la alfabetización como ingreso a lo simbólico?

¿Movimiento o detención?

Postulo que nos aqueja un gran malentendido. Ubicar la posibilidad subjetiva de concentración en la inmovilidad corporal está naturalizado, hasta en quienes como yo orientamos nuestra tarea al incremento de la posibilidad de alfabetizarse en la amyor cantidad de niños posible. En efecto, en las aulas es endémica la posición de los niños a quienes se requiere horas de permanencia en su asiento mientras se les pide copiar del pizarrón. Incluso en mi caso, oruento a los apdres con frecuencia en el beneficvio que representa jugar, por ejemplo, a juegos de mesa o leerles a los niños. Todo ello, se entiende, ayuda, cosa que en efecto, se logra, a la posibilidad de concentración. No se trata de recursos desdeñables. tampoco lo sería el copiar, si no fuer a porque se lelva a la exageración y aún peor, sin interrogar ese hábito instalado desde el com,mienzo de la modernidad en los dispositivos escolares. El otro extremo, es el dejar hacer y desplazarse a los niños, en términos de su impulso. Ambos extremos resultan ineficaces respecto de la construcción de una posición sujbetiva capaza de recurrir a la concentración. Todo lo dicho, deviene en una descalificación del movimieto en genreal, al que se considera inadecuado para lograr la alfabetización.

Interrogar lo cotidiano

Ahora bien, propongo convocar al maestro Enrique Pichon Riviere, quien articulaba aprendizaje con posibilidad de pensar y todo ello eslabonado compleja y ricamente con interrogar lo cotidiano y construir la actitud y la posibilidad de observar.

Enrique Pichon Riviere.

El requerimiento de Enrique Pichón Riviere que imprime savia nueva y vital al concepto de aprendizaje, radica en su insistencia en que aprender es interrogar lo cotidiano. La repetición, esa inmovilidad en la posición sibjetiva, que homologa aún en los dispositivos escolares actuales, el trasvasamiento lineal de un saber cerrado y rígido a la vasija que representa un niño incorporando conocimientos, es la concepción que modula, aún con vestiduras en apariencia nuevas, la educación escolar. Interrogar lo cotidiano conlleva pensar. Esto nunca tolera la inmovilidad de la certeza.

Caminar subjetivando

Les propongo además, intersectar esta enseñanza pichoniana, aún con la brevedad que este espacio impone, con el elogio del caminar que está presente en un texto imperdible de Le Breton.

David Le Breton

Dice Le Bretón en el imprescindible texto Caminar-Elogio de la lentitud: "...la caminata es un acto de resistencia que privilegia la lentitud, la disponibilidad, la conversación, el silencio, la curiosidad, la amistad, lo inútil ...". Een otro párrafo expresa que caminar "...abre la vía al descubrimiento, a la sorpresa, a la exploración. Invita a la libertad...". Descubrimos en otra página: "...Cada espacio tiene la potencialidad de revelaciones múltiples, por eso ninguna exploración lo agota jamás..

Concentración ¿es inmovilidad?

Convoco a dos autores que, enlazados por mi reflexión, brindan pistas para que se abran puertas que ayuden a mirar lo nuevo, a apropiarse del universo infinito que se descubre cuando la enseñanza abre horizontes, deslumbra, cuando la fórmula reiterada y fallida del dosmásdosescuatro da lugar a la aventura, al recorrido del aprender. Cuando la enseñanza se transforma en transmisión, cuando el copiar deja lugar a una deviene experiencia subjetivante.